Ayer me ocurrió algo que me encantó, que me hizo sentirme parte de esa gran familia que somos los humanos. En una sociedad en la que no nos miramos ni saludamos con nuestros vecinos y conciudadanos, donde prima el individualismo y donde nos comunicamos a través de dispositivos móviles, el anecdótico y sencillo evento de ayer me lleno de alegría.
Estaba en Murcia invitado por Fundación EQUO a hablar sobre Economía del Bien Común en su Universidad Verde de Verano. El sábado, a mitad de mañana, fui a tomar un autobús para acercarme al centro de la ciudad a presentar mi libro ” Yo soy Tú: Propuesta para una Nueva Sociedad “ en la librería “La Técnica”.
En la parada había otra hombre y, al llegar el pequeño autobús urbano propulsado por gas, los dos subimos y nos sentamos a ambos lados del autobús, el cual iba totalmente vacío al estar a las afueras de la ciudad.
Mi mujer me llamo al teléfono y estuve contándola la experiencia del día anterior, hablando de Economía del Bien Común en diversos actos y también compartiendo comida y café con Paco Álvarez, Rafa Climent (alcalde de Muro de Alcoy, municipio pionero en EBC) y Juan Cascant (empresario también pionero en la implantación de la EBC). Luego estuve contándola cómo tenía pensado enfocar la presentación del libro. Cuando nos despedimos, el hombre, sentado a poco más de un metro a mi izquierda, me dijo:
– Disculpe la intromisión, no he podido evitar escucharle, ¿puede decirme de que trata el libro? Mmm, como era… ¿”Yo soy Tú”?
Yo, que a pesar de ser algo tímido y reservado me encanta hablar y debatir con la gente, le contesté.
– No es intromisión. El que usted me pregunte demuestra que lo escribo en mi libro puede llegar a ser una realidad, podemos llegar a recuperar nuestra componente humana, podemos volver a tratarnos los unos a los otros, incluso entre desconocidos, con respeto, cercanía y empatía.
Fue el inicio de una conversación que duró veinte minutos de trayecto y a cuya escucha se sumaron los pasajeros que fueron subiendo al autobús. Al bajar, todos me despidieron que la mejor de sus sonrisas y algún que otros “suerte en su presentación”.
Murcia estaba en ferias, apenas había tenido tiempo para anunciar la presentación y, además, llovió toda la mañana – no sé porque siempre que bajo a esta región llueve, como comentó bromeando con mi amigo Alcolea, en época de sequía tendré que darles una foto mía para que la saquen en procesión -. No esperaba mucha gente pero a las 12:30 empezaron a llegar varias personas para acompañarme y conversar sobre el libro. Estaba conversando con algunos amigos de Regenera cuando le vi llegar. nos sonreímos, nos dimos un cálido apretón de manos y nos presentamos.
– ¡Has venido! Por cierto, ¿cual es tu nombre?
En el calor de la conversación del autobús ni siquiera nos habíamos dicho los nombres.
– Maximiliano, ¿el tuyo?
– Diego. Encantado de que hayas venido.
Empecé con la presentación y luego, las siete personas que nos encontrábamos reunidas, estuvimos cerca de una hora conversando, debatiendo sobre la sociedad en la que vivimos e ilusionándonos ante la posibilidad de cambio, ante la posibilidad de construir una Nueva Sociedad.
Hasta ahora ha sido la presentación a la que menos personas han acudido, pero tengo claro que esta presentación nunca la olvidaré. La Nueva Sociedad es posible. Es posible que volvamos a hablar, a debatir, a mirarnos a los ojos, a respetarnos, a intentar entender la postura del otro, a identificarnos en la otra persona, a sentir “Yo soy Tú”.