¿Cómo podemos alcanzar los grandes objetivos de la humanidad, tales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible o los de cambio climático del Acuerdo de París? La respuesta es muy sencilla, transformando el modelo económico.
En este vídeo os presento la sección “Nueva Economía” en la que iré explicando las diferentes alternativas de las denominadas “nuevas economías” tales como Economía del Bien Común, Economía Circular, Economía Colaborativa, Banca con Valores, Ciudades en Transición, Economía Social y Solidaria o la Economía Azul. Estos vídeos os serán útiles para conocer cada uno de los modelos, entender sus similitudes y como, todas juntas, constituyen un nuevo modelo holístico y al servicio de las personas y del planeta.
Los vídeos os serán útiles también para debatir en vuestras organizaciones, en cursos o en otras actividades. Es importante aprender sobre estos nuevos modelos que están transformando, paso a paso el modelo económico en una nueva economía más sostenible, justa, colaborativa y al servicio del bien común.
Estoy feliz de ver publicado mi artículo científico “Índice de Felicidad y Bien Común“ por la editorial de la Diputación de Barcelona. Espero que sea un paso más para construir una nueva sociedad en la que las personas y la naturaleza sean lo primero y en la que el éxito se mida en función de la felicidad y el bien común.
También feliz de haber conseguido (junto y gracias a Albert Cañigueral) que sea la primera publicación en Creative Commons de esta colección de la Diputación de Barcelona. Con ello, además de la publicación del artículo, se consigue abrir el camino a la edición de material científico de manera gratuita y, gracias a ello, disponible para cualquier persona.
Resumen del artículo
En los últimos años, se han puesto en marcha muchos índices de calidad de vida o felicidad, con el propósito de ser una alternativa real a los indicadores económicos predominantes. En función de lo que han ido avanzando estas iniciativas así como a partir de diversas experiencias prácticas que se recogen en el texto, en este artículo se desarrolla la propuesta metodológica para la construcción de lo que se ha denominado índice de la felicidad y el bien común ( IFBC).
El objetivo de la IFBC es mejorar la felicidad y el bien común de las personas y las comunidades mediante procesos participativos y de mejora continua. Como herramienta de gestión también sirve de base para la cocreación de indicadores locales, la elaboración de planes de acción o la generación de redes entre territorios.
En este artículo, Diego Isabel La Moneda desarrolla una completa metodología para desarrollar el IFBC. Dicha metodología se desglosa en siete Fases y se complementa con el “Decálogo del IFBC”.
El artículo ha sido editado en Creative Commons y puede descargarse gratuitamente desde el enlace de la siguiente imagen.
Objetivos de Desarrollo Sostenible, Acuerdo de París de Cambio Climático… parece ser que la comunidad internacional está definiendo grandes objetivos. Muy bien, pero… ¿cuál es la estrategia para alcanzarlos? ¿qué deben hacer las empresas, los gobiernos, as personas?¿por dónde empezar? La ex-secretaria ejecutiva de Naciones Unidas para el Cambio Climático dijo:
“Esta es probablemente la tarea más difícil a la nos hemos encomendado, que es transformar intencionalmente el modelo de desarrollo económico por primera vez en la historia humana”. Christiana Figueres
Ok, gracias por la pista Christiana. Ahora me pregunto ¿hacia donde transformar la economía? Por suerte existen varias propuestas que señalan claramente la dirección en la que caminar para crear una nueva economía. Conozcamos algunas de ellas organizadas en tres claras categorías complementarias entre sí.
Una economía que cuida la naturaleza
La economía circular, economía verde, las ciudades en transición o la economía azul nos muestran experiencias reales de cómo la economía, las empresas y las ciudades pueden respetar y regenerar la naturaleza.
Una economía que fluye gracias a la colaboración
Por su parte, la economía solidaria, el cooperativismo, el pro-común y la economía colaborativa – esa verdaderamente basada en valores colaborativos – nos indican la táctica a seguir: co-gestión de bienes comunes (agua, tierra, conocimiento…), cooperar, colaborar y compartir. No solo productos sino experiencias, vivencias, retos y celebraciones.
Una economía al servicio de las personas y del bien común
La economía social, el comercio justo, las empresas sociales, la banca con valores y la economía del bien común lo tienen clarísimo. La economía debe estar al servicio de las personas y no las personas al servicio de la economía.
El Foro Global NESI de “Nueva Economía, Sociedad e Innovación”
Muy bien, tenemos la teoría y un buen puñado de experiencias reales pero, ¿por dónde seguir? ¿cómo hacer que está nueva economía se multiplique, crezca y sustituya a la actual? ¿cómo fomentar la colaboración entre las diferentes propuestas? Aquellas personas y organizaciones que creen que perpetuar el actual sistema económico es lo correcto tienen sus lugares de encuentro. El foro Davos, el G20 y otros muchos eventos, en general cerrados al público, son los centros de pensamiento y decisión para potenciar el actual modelo.
Pero, ¿dónde se encuentran todas aquellas personas, empresas, administraciones públicas, pensadores y activistas que quieren transformar la economía? Ese lugar de encuentro acaba de nacer y se llama Foro Global NESI de “Nueva Economía, Sociedad e Innovación”.
b El Foro NESI, promovido por el Global Hub for the Common Good, se celebrará en Málaga entre el 19 y 22 de abril de 2017 y ya se están organizando eventos previos para crear contenido y alimentar el debate. El NESI-Madrid que se celebrará el 25 de octubre de 2016, el OuishareFest de Barcelona o el Colaboramerica de Río de Janeiro son algunos de ellos.
b En el Foro NESI de Málaga se analizarán las propuestas debatidas en estos y otros foros y se analizarán los puntos en común y potenciales colaboraciones entre las diversas propuestas de nueva economía. Para ello, toda aquella persona u organización interesada en participar está a tiempo a sumarse a esta ambiciosa iniciativa – entradas a precios asequibles y para grupos ya están disponibles – y contactar con la organización. Personas referentes de las diferentes propuestas de nueva economía ya han confirmado su asistencia: Gunter Pauli, creador de la Economía Azul; Helena Norberg-Hodge, productora de “The Economics of Happiness” y activista pro-localización; Christian Felber, líder del movimiento de la Economía del Bien Común; Marcos Eguiguren, CEO de la Global Alliance for Banking on Values – que agrupa a cerca de cuarenta bancos éticos de todo el planeta -, Peter Holbrook, CEO de Social Enterprise UK o Fran Boait, Directora de Positive Money son algunas de las personas que ya han confirmado su participación y compromiso con NESI.
¡Genial! Parece que NESI será un punto de inflexión pero, ¿qué hacer hasta entonces? Mi propuesta personal es el adaptar el “sé el cambio que quieres ver en el mundo” de Gandhi a un:
“Sé la economía que quieres ver en el mundo”
Tú puedes cambiar la economía, tu vida y la vida de las personas que te rodean desde hoy mismo. Reflexiona sobre lo que consumes, ¡quizá no necesitas tantas cosas! Come ecológico. Repara, remienda, produce y comparte productos. Piensa cómo vistes y busca moda ética, hay una gran oferta. Sé consciente de dónde y con quién guardas tu dinero, de cómo lo inviertes y de su impacto. Y, sobre todo…, comparte experiencias y retos, ayuda a los que te rodean y ¡disfruta de la vida! Eso también sirve para construir una nueva economía.
Economía del Bien Común y Gobierno del Bien Común.
En tan solo tres años, la Economía del Bien Común – modelo impulsado por el profesor Christian Felber – se ha expandido a nivel internacional a modo de movimiento social y cuenta con el apoyo de más de un centenar de grupos locales, más de 1.600 empresas, decenas de Universidades e incluso los primeros municipios. La Economía del Bien Común comparte muchos valores y aspectos con otros modelos aparecidos en las últimas decadas, como por ejemplo la Economía Solidaria, la Economía de los Recursos, el Decrecimiento, la Economía Budista, la Economía Azul, la Economía Circular o las Ciudades en Transición. La cuestión es, ¿por qué todas estas propuestas enamoran y entusiasman a miles de personas y organizaciones pero no llegan a consolidarse como un nuevo modelo social y económico en nuestra sociedad?. Para mí la respuesta es clara, solo desde la política es posible transformar el modelo socio-económico, por lo que estas propuestas necesitan de un marco político que permita su implementación.
Es por ello que he empezado a hablar y desarrollar el concepto y modelo del “Gobierno del Bien Común“. Por Gobierno del Bien Común se entiende aquel gobierno cuyo objetivo y función es el crear un “ecosistema”que favorezca el florecimiento de las relaciones humanas y en el que cualquier persona pueda vivir en libertad, desarrollarse plenamente tanto a nivel personal como profesional y, de este modo, alcanzar su máximo potencial y dotar de sentido a su vida.
El Gobierno del Bien Común se fundamenta en los mismos valores que la Economía del Bien Común – la dignidad humana, solidaridad, sostenibilidad ecológica, justicia social, la participación democrática y la transparencia – y también promueve una economía al servicio de las personas, en contraposición al modelo vigente en el que el objetivo de gobiernos, empresas y personas es el ganar más y más dinero o, dicho de otra manera, el crecimiento del PIB, elevar la cuenta de resultados o consumir más y más.
Uno de los aspectos que siempre me ha llamado más la atención de la Economía del Bien Común ha sido el que naciera y floreciera en primer lugar en algunos de los países más ricos del mundo – Austria, Alemania y Suiza -. Este hecho es una clara muestra de que las personas pueden ser “ricas” a nivel económico y a la vez sentirse totalmente insatisfechas con el modelo de sociedad en el que habiten.
Gracias a la energía y empuje de su ideólogo Christian Felber – así como a su perfecto dominio del español – la Economía del Bien Común en menos de dos años se ha convertido en uno de los principales movimientos sociales de España y en una alternativa política, social y económica que es observada y aceptada por cada vez más personas así como por empresas y formaciones políticas de diferentes ideologías. La Economía del Bien Común puede ser la tabla de salvación que ayude a salir a España de la crisis si se consigue que, además de por la ciudadanía y las empresas – sea apoyada desde los gobiernos locales, regionales y, ojala, el gobierno nacional.
Pero tengo que reconocer que soy ligeramente escéptico en este punto y dudo de la humildad y capacidad de las principales fuerzas políticas españolas para apoyar una idea nueva y desvinculada de su “manual” ideológico tradicional. Como español y amante de mi tierra y mi gente, deseo de corazón equivocarme.
Llegado a este punto la pregunta es:
¿Cuándo la Economía del Bien Común pasará de ser un modelo teórico apoyado por personas, empresas y algunos municipios a ser un ejemplo real de nuevo sistema político, económico y social?
Cuándo me preguntan que por qué habiendo estudiado Ingeniería de Montes me dedico y hablo tanto de economía, mi respuesta siempre es la misma. Tuve y tengo como profesora y ejemplo a seguir a la mejor economista jamás conocida: La naturaleza o, como a yo prefiero llamarla, la “Pachamama”. Siguiendo las enseñanzas de mi profesora, hoy analizaré el “ecosistema financiero” internacional y, más en particular, el español.
LECCIÓN DE LA PROFESORA.
El ser humano está acostumbrado a vivir libre y en comunidad y, como todo ser vivo, está preparado para adaptarse a los cambios que sucedan en el ecosistema en el que habita.
Es más, la adaptación al cambio suele generar un espécimen renovado con mejores cualidades y mejor que la versión anterior.
Me han preguntado varias veces sobre la conexión entre el mensaje del libro “Yo soy Tú” y la Economía del Bien Común, movimiento al que pertenezco y cuyas ideas y valores comparto e incluyo en el libro. La respuesta es clara: Sin sentir el mensaje de “Yo soy Tú” nunca lograremos aplicar los principios de la Economía del Bien Común.
A continuación resumiré los orígenes del concepto del Bien Común a nivel filosófico y político para, finalmente, ilustrar su intrínseca y necesaria relación con el mensaje de “Yo soy Tú”.
El concepto del Bien Común.
Gracias al libro la “Economía del Bien Común” de Christian Felber y a sus maravillosas conferencias, se ha originado un movimiento social que se presenta como una nueva alternativa de sistema político, económico y social de la actual sociedad. Como bien indica el propio Felber, el concepto del Bien Común es bastante antiguo. Los clásicos griegos ya lo citan y quien lo utiliza y define con gran precisión es Santo Tomas de Aquino en el siglo XIII en su Summa theologiae. No solo explica que el fin de la Política es el Bien Común si no que también habla del Bien Común con elevado sentido metafísico y espiritual, siendo éste una virtud que debe nacer en cada persona. Ya en el siglo XVIII, Jean-Jacques Rousseau en “El Contrato Social” argumenta cómo el fin de la voluntad general es el Bien Común, por lo que la política y los gobernantes – como representantes del pueblo soberano – deben gobernar según la voluntad general y, en consecuencia, buscando el Bien Común. La definición de política como la fórmula del pueblo para trabajar en busca del Bien Común ha dado lugar a que este término – o el de bienestar general -aparezca descrito como el fin último del pueblo soberano en los primeros párrafos y preámbulos de la mayoría de las Constituciones, desde la de los Estados Unidos hasta la Constitución Española. En el año 2008, el profesor italiano Stefano Zamagniescribe “Léconomia del bene comune” en el que vuelve al concepto de Bien Común como algo intrínsecamente ligado a las relaciones entre las personas. Zamagni nos dice “No tiene futuro una sociedad en la que se diluya el principio de gratuidad; es decir, no es capaz de progresar una sociedad en la que solo exista el «dar para tener» o el «dar por deber»”.
Siempre escuché cosas buenas de ti. Escuché hablar de cómo contribuiste a acabar con una dictadura y dar a luz un bebe llamado democracia. Escuché hablar de cómo todas las fuerzas políticas y personas de diferentes ideologías te apoyaron y siguieron tu guía. Cuando te leí, encontré un canto al bien común en tu primera frase.
“La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de…”
En esa primera página también encontré otras palabras preciosas como convivencia, orden económico y social justo, voluntad popular, derechos humanos, culturas, tradiciones, digna calidad de vida o sociedad democrática avanzada. Ese era tu espíritu y mucho se ha logrado gracias a él y gracias a las personas que han trabajado por que se cumplan tus deseos. Gracias Constitución, gracias de corazón por todo lo conseguido.
Pero disculpa que te diga esto, querida Constitución. Hoy estas viejita. Por suerte, en nuestra sociedad se vive mejor que en el año que naciste, pero no se vive bien, no se vive como tú querías que viviéramos. Ni siquiera las personas somos las mismas. Muchas de las que hoy viven nacieron después que tú y otros eramos aún unos niños. Comprenderás que necesitamos avanzar y contribuir con nuestras propias ideas y con nuestro esfuerzo a seguir mejorando Continue Reading →