Esta semana hemos conocido el cierre de Canal 9 en la Comunidad Valenciana. Este asunto podría generar un debate sobre la conveniencia o no de mantener las televisiones públicas regionales y locales o también podríamos debatir sobre el papel de las televisiones y radios públicas frente a las privadas. Sin duda alguna, ambos serían debates interesantes, pero hoy prefiero centrarme en algo que considero verdaderamente importante. El papel del periodismo y de las personas que ejercen dicha profesión hoy en día, así como la manera en que la ciudadanía nos informamos.
Bajo mi personal punto de vista, la situación actual del periodismo se puede resumir en tres puntos:
1. “Medios de Manipulación”. Los medios de comunicación han muerto, ¡vivan los medios de manipulación! Por una parte, los medios de comunicación públicos son extensiones de los gabinetes de prensa del partido político de turno que maneja el gobierno. Por otra, los grandes medios privados están sujetos a las ordenes y deseos del “capital”. Las grandes fortunas y corporaciones manejan a sus anchas los principales canales y, gracias a ello, las grandes empresas aparecen como “los buenos de la película” haciéndonos creer que son el verdadero motor de nuestra economía. ¡FALSO! La economía real funciona gracias a los autónomos, las PYMES y las personas trabajadoras.
2. “Gregarismo”. Este dominio de las corporaciones y/o de los partidos políticos (podríamos decir que en muchas ocasiones son lo mismo) obliga a muchos periodistas a seguir sus líneas editoriales y a que sea noticia lo que ellos desean.
3. “Borreguismo” de la ciudadanía. Nos creemos la civilización más evolucionada de la historia pero nos dejamos manipular fácilmente. La mayoría de la población tan solo sigue a aquellos medios de comunicación que dicen “lo que quieren oír”, es decir, los que se asemejan más a sus ideas. Este es un bucle sin fin. Si escuchas un tipo de medios acabas pensando como ellos, por lo que quieres seguir escuchándolos. Poca gente se informa de manera coherente, bebiendo de diferentes fuentes y medios. Diagnóstico: Borreguismo extremo.
¿Qué podemos hacer ante los “medios de manipulación”, el “gregarismo” de los periodistas y el “borreguismo” de la ciudadanía?
Ante los “medios de manipulación” nada podemos hacer de manera directa. Ni las grandes corporaciones ni los actuales políticos van a cambiar su manera de actuar. ¿Por qué iban a hacerlo? ¡Les va mejor que nunca! Por lo tanto solo nos queda la esperanza del “despertar” de los profesionales del periodismo y de la ciudadanía.
Cada persona, cada profesional y los periodistas también, somos libres de decidir como nos comportamos en nuestra profesión y como aplicamos nuestra ética personal y profesional. Si a un periodista no le dejan ejercer su profesión con libertad, la ética le debería llevar a decir “hasta aquí he llegado” abandonar y denunciar. Pero la respuesta suele ser: “Claro, y perdería mi trabajo, ¡con lo mal que están las cosas!”. Este comportamiento también serviría para justificar a la gran empresa que roba y corrompe o al político que se deja corromper “¡con lo mal que están las cosas”. A ver si espabilamos. Las cosas están mal por las malas actuaciones de grandes empresas y políticos pero también por la falta de ética y profesionalidad de periodistas y otros muchos profesionales y ciudadanos. “Cómo voy a enfrentarme al redactor, ¡con lo mal que están las cosas!”, “cómo voy a darme de alta, ¡con lo mal que están las cosas!”, “señor fontanero mejor sin factura ¡con lo mal que están las cosas!”. Hoy en Canal 9 las cosas están mal tanto para el que se resistía a ser censurado y manipulado como para el “gregario”. Si hubiera habido más de los primeros y todos se hubieran negado a ser marionetas y hubieran denunciado lo que pasaba en su propia empresa, igual las cosas no estarían tan mal.
“… aún existen personas que ejercen el verdadero periodismo.”
En los últimos meses he tenido la suerte de poder debatir sobre este asunto tanto con Paco Álvarez, uno de los principales embajadores de la Economía del Bien Común y buen conocedor de la realidad de los canales públicos debido a su experiencia en RNE, así como com Daniel Jimenez de Noticias Positivas, periodista y emprendedor social, y Carlos de Prada, periodista de investigación veterano y curtido en mil batallas, ente otras muchas personas.
Hablando con Paco Álvarez, Dani Jimenez o Carlos de Prada he descubierto que aún existe profesionales que ejercen el verdadero periodismo. La sociedad necesita que estas personas no sean la excepción y que la mayoría de periodistas empiecen a ejercer como tales. Necesitamos periodistas que denuncien y también periodistas que enfoquen sus cámaras y micrófonos hacia aquellas personas y movimientos que están proponiendo soluciones a la actual crisis. ¡Eso si que es noticia!
Por último, la ciudadanía también juega un papel importante. Debemos despertar de nuestro “borreguismo” y escuchar las noticias desde diferentes fuentes, tanto desde las tradicionales y principales TV, radios y prensa como desde otros medio alternativos que por fortuna están apareciendo aportando una visión independiente, sin censura ni manipulación, además de, por supuesto, a través de las redes sociales.
Quizá parte de la crítica de este artículo parezca dura, pero si de verdad queremos cambiar nuestra sociedad debemos empezar por cambiar nosotros mismos. Seamos valientes y empecemos cuanto antes.